En el marco del día internacional de los pueblos indígenas, honramos sus luchas a lo largo y ancho del país, reconocemos la lucha y resistencia histórica de los pueblos: rarámuri, ódami, guarijío y pima en la defensa de tierra, territorio y medio ambiente en el estado de Chihuahua.
Asimismo, señalamos la violencia estructural en la que siguen viviendo las comunidades indígenas en la Sierra Tarahumara, pues la atención de las problemáticas que permanecen en sus territorios es insuficiente e inadecuada. Al no escuchar las voces de quienes integran dichas comunidades, permite que se continúe causando dolor, amenazas, duelos y asesinatos de quienes se atreven a tomar acción.
La mayoría de los pulmones del planeta son resguardados por pueblos indígenas y la Sierra Tarahumara no es la excepción. Sin embargo, esta tarea implica grandes retos, pues resulta un riesgo para la vida de quienes habitan estos territorios por los proyectos extractivos, megaproyectos e intereses económicos.
Por otra parte, en las comunidades más alejadas de los centros de las localidades con mayor densidad poblacional no tienen acceso a un sistema de salud digno y menos a uno oportuno, adecuado y con pertinencia cultural. Además, la niñez y adolescencia no accede al sistema educativo, manteniendo con ello altos índices de analfabetismo.
La justicia no alcanza para las comunidades, no solo por la impunidad que permanece en todo el país, sino también la discriminación y desinterés de quienes ocupan las instituciones responsables de atender las problemáticas que les atraviesan.
Desde hace mucho tiempo la Sierra Tarahumara ha vivido una crisis humanitaria: en tema de seguridad; las personas y pueblos defensoras de tierra, territorio y medio ambiente siguen siendo amenazadas por denunciar la tala clandestina, el despojo de sus territorios y la incursión de personas ajenas a su comunidad. Además, por la lentitud de respuesta a sus denuncias se ven obligadas a desplazarse para proteger sus vidas, aunque esto no siempre ha resultado, pues en la experiencia de la Sierra Tarahumara la expresión más cruel de la violencia ha cobrado la vida de más de 22 personas defensoras donde la justicia ha sido lenta o aún no ha llegado.
En materia de salud y alimentación: Las niñas, niños, adolescentes y mujeres siguen siendo afectados por la desnutrición sin tener acceso a una atención adecuada ni a tiempo, pues los centros de salud más cercanos a veces se encuentran a 4 horas en vehículo. Esta situación ha cobrado vidas de niñas y niños menores de 5 años al igual que de mujeres embarazadas.
Para quienes no vivimos en esta región, ni esta lucha, sumar nuestras voces impulsa las acciones que los pueblos y personas defensoras realizan para conservar los bosques, esto también les protege en su labor.
Para que otro mundo sea posible, también nos toca participar en su construcción.
¡La Sierra Tarahumara resiste!
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