Desde Alianza Sierra Madre, alzamos nuestra voz con profunda preocupación y urgente llamado a la acción frente a la agresión sistemática que sufre nuestro medio ambiente y los pueblos que lo defienden, particularmente en el corazón de México.

Honramos la lucha y resistencia indígena:

Reconocemos y rendimos homenaje a la valentía inquebrantable de las comunidades indígenas, guardianes ancestrales de los bienes naturales. Especial mención merecen las comunidades Rarámuri de Choréachi, Coloradas de la Virgen y las comunidades Sierra Tarahumara, quienes enfrentan amenazas, violencia y despojo por defender sus bosques, aguas y territorios sagrados contra intereses depredadores. Su resistencia no es solo por su supervivencia cultural, sino por el equilibrio ecológico que sostiene a todas y todos. Su lucha es heroica y fundamental para el bien común.

Denunciamos la tala ilegal y sus consecuencias:

La tala ilegal continúa devastando bosques primarios, como los de la majestuosa Sierra Tarahumara. Esta práctica criminal no solo destruye biodiversidad irremplazable, altera ciclos hídricos y erosiona suelos, sino que es un motor de violencia, corrupción y despojo en las comunidades. Exigimos acciones contundentes, coordinadas y efectivas para erradicar estas redes delictivas y proteger estos pulmones de México.

Alertamos sobre los graves riesgos para las personas defensoras:

Las personas que defienden la tierra y el medio ambiente, especialmente en territorios indígenas, enfrentan amenazas, criminalización, hostigamiento y violencia extrema, incluso la muerte. La situación en la Sierra Tarahumara es emblemática de este riesgo. Exigimos al Estado Mexicano garantizar su protección integral e investigar y sancionar con todo el peso de la ley a los autores materiales e intelectuales de estas agresiones. Defender el ambiente no debe costar la vida.

Señalamos la cruda realidad del cambio climático:

Los efectos de la crisis climática global ya son una realidad devastadora en nuestro territorio. La Sierra Tarahumara sufre una sequía severa e histórica, agravada por la deforestación, que está secando manantiales, diezmando cosechas y poniendo en riesgo la vida misma de sus habitantes. En el resto de México, presenciamos con creciente alarma fenómenos meteorológicos extremos (huracanes, inundaciones, olas de calor), pérdida de biodiversidad y alteraciones graves en los patrones de lluvia.

Esta crisis ambiental y climática tiene un impacto directo y catastrófico en la seguridad alimentaria. La sequía en la Tarahumara y otras regiones, la pérdida de suelos fértiles y la alteración de ciclos agrícolas amenazan la producción de alimentos básicos. Las comunidades campesinas e indígenas, quienes son custodios de gran parte de la agrobiodiversidad y la producción local, son las primeras y más afectadas, aumentando el riesgo de hambre y desplazamiento forzado.

Por lo tanto, declaramos y exigimos:

  • La lucha y resistencia de los pueblos y comunidades indígenas en la protección de los bienes naturales NO ES SOLO SU LUCHA, ES LA LUCHA DE TODAS Y TODOS. Su defensa del territorio es la defensa de nuestro aire, nuestra agua, nuestra biodiversidad y nuestro clima común.
  • Protección Efectiva e Inmediata: Para las comunidades indígenas mencionadas y todas las personas defensoras del medio ambiente en México. Implementación real del Mecanismo de Protección.
  • Combate Decisivo a la Tala Ilegal: Fortalecimiento de la vigilancia, inteligencia y aplicación de la ley en zonas forestales críticas, con participación comunitaria y respeto a la autonomía indígena.
  • Acción climática urgente y justa: Implementación de políticas reales de mitigación (reducción de emisiones) y adaptación (especialmente en zonas vulnerables como la Sierra Tarahumara), con enfoque de justicia climática y priorizando a las comunidades más afectadas.
  • Soberanía alimentaria: Apoyo urgente a las comunidades afectadas por la sequía y promoción de sistemas agroecológicos resilientes al clima que garanticen el derecho a la alimentación.
  • Respeto a los derechos indígenas: garantizar el derecho a la consulta y al consentimiento libre, previo e informado sobre cualquier proyecto o política que afecte sus territorios y recursos.
  • Hacemos un llamado a la sociedad mexicana y a la comunidad internacional:
  • A solidarizarse con las comunidades de Choréachi, Coloradas de la Virgen, con la Sierra Tarahumara y todos los pueblos indígenas y comunidades que resisten. A informarse, a denunciar las agresiones ambientales y las violaciones a los derechos humanos, y a exigir conjuntamente a nuestras autoridades que cumplan con su obligación de proteger nuestro patrimonio natural y a quienes lo defienden.

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